El insomnio es uno de los males modernos que afecta a más personas en el mundo occidental. Está íntimamente relacionado con el estrés, ya que cuando los niveles de adrenalina en sangre aumentan, es frecuente que los procesos físico-químicos que favorecen el sueño se alteren y en consecuencia que también las ondas cerebrales presenten importantes modificaciones en su accionar. El método más utilizado para revertir este mal son los somníferos, que en forma artificial mandan al cerebro de quien los ingiere la orden de dormir. Pero estas sustancias crean acostumbramiento y llega un momento en el cual su efecto pasa a ser nulo. La solución para este problema es recurrir al saber oriental y masajear el punto del sueño, que se encuentra exactamente en el centro de la planta del pie.
Si usted sufre de insomnio ubique este punto y presiónelo con la yema de los dedos pulgares durante tres minutos. Probablemente perciba cierto dolor pero evite interrumpir la presión y comience a relajar su cuerpo. Respire en forma rítmica mientras realiza el masaje. Repita a diario durante una semana.
Si el disturbio persiste, acuda al masaje del caminante: compre en una ferretería o tapicería dos tachuelas de cabeza plástica redondeada, preferentemente de gran tamaño. Clávelas en cada uno de sus zapatos, exactamente en el centro de la plantilla, de manera tal que cuando usted se calce su planta se apoye sobre la cabeza redondeada de la tachuela. Camine con estos zapatos varias horas diarias. Usted prácticamente no sentirá ninguna incomodidad y mientras anda su punto del sueño recibirá un masaje intensivo.