Las personas que portan en su espíritu el signo de Libra, son aquellas que presentarán también dentro de ellos una cualidad para medir y analizar todos los aspectos de cada situación en su vida, balanceando lo bueno y lo malo en cada una de ellas. Pero esta calidad que les permite a los nativos de Libra ser un tanto más realistas, a veces puede verse alterada o distorcionada.
Una persona de Libra que presenta este desbalance dentro de sí mismo, puede llegar a dejar de ser objetivo. Se perderá en solo un aspecto de la situación y la elevará a proporciones irreales ya que no tiene en el otro plato las características o situaciones opuestas que conforman por completo el concepto que se está analizando. Es como tratar de describir una mano, la descripción de los dedos, la piel, las arrugas no estará completo hasta que se puedan ver y entender ambos lados, sin embargo alguien puede elegir poner toda su atención en solo una cara de ella y el resultado estará incompleto. De esta misma forma sucede con el desbalance de Libra. SI no se da cuenta que no está viendo todo el concepto, su descripción y percepción quedará incompleto, lo cual podría traer consecuencias negativas.
En las relaciones con otras personas, debemos siempre tener en cuenta este balance. Debemos saber que aunque alguien nos brinde cualidades, experiencias y ambiente generalmente positivo, también habrá algo que poner en el platillo opuesto de la balanza, características negativas. De no estar consciente de esto podríamos caer en una trampa y estar sorprendidos cuando algo del otro lado de la balanza se encuentre frente a nosotros, lo que puede generar reacciones desfavorables para nosotros. Esto se ve amplificado y con mucho más efecto en las relaciones amorosas.
Al inicio de una relación de amor, nos vemos cegados por el lado positivo de la balanza que representa a la otra persona. La belleza, hermosura, diversión y pasión nos pueden cegar al otro lado de la balanza, ya que estamos tratando con una persona, tendrá aspectos negativos también. Cuando nos encontramos en este desbalance y se presenta ante nosotros un defecto o error de esta persona, que habíamos definido como perfecta, podemos entrar en un problema. Nos sentimos atacados u ofendidos, o incluso que la persona ha cambiado y ya no siente por nosotros lo mismo que antes. Pero en realidad solo estamos regresando nuestra balanza a un estado de equilibrio. Los problemas pueden surgir cuando no aceptamos que la balanza se encontraba inclinada solo hacia un lado en nuestra perspectiva. La relación solo podrá avanzar cuando vemos ambos platillos de la balanza y decidimos que, incluso si es un poco, la balanza se inclina hacia lo positivo. Si no se acepta la naturaleza de la balanza, las relaciones no funcionarán y terminarán tarde o temprano, ocasionando dolor a ambas partes.